2015: UNO DEBERÍA SABER

Uno debería saber que no pasa nada si te moja la lluvia, que el sereno no enferma y que lo único que pasa cuando duermes con el pelo mojado es que mojas la almohada. Uno debería saber que los fantasmas existen en tu cabeza y en la cabeza de los que no te entienden.

Uno debería saber lo que es tener una pasión, una pasión tan grande como la que despierta el amor.

Uno debería saber mirar dentro de sí y estar dispuesto a enfrentar lo que encuentra.

Uno debería saber lo que es un comienzo, arrancar con una idea, un sueño y terminarlo para iniciar otro.

Uno debería saber abrazar de distintas formas. Uno debería conocer diez mil y más tipos de besos.

Uno debería saber que si se pierde un amigo, no era amigo.

Uno debería saber que las batallas no siempre se pelean, a veces también hay que abandonarlas.

Uno debería saber que en la vida hay que aprender, pero también desprender lo que nos ata, lo que nos molesta, lo que no nos deja avanzar y disfrutar.

Uno debería saber que el chocolate cura y que algunas medicinas matan.

Uno debe saber que la felicidad no es un derecho sino una obligación y que está dentro ti, no afuera.

Uno debería saber que el mal existe pero también saber que el bien existe y que eso es más importante.

Uno debe saber que es necesario estar solo a veces, encerrarse en un mundo que es inalcanzable para el resto de la humanidad. Inventar un universo. Caminarlo.

Uno debería saber el poder que tienen una palabra y un silencio.

Uno tiene que saber que todo tiene un costo. Que todo en la vida es un compromiso. Que siempre va a haber alguien que te pida algo a cambio.

Uno tiene que saber que recorrer un camino trazado por uno mismo implica rupturas, adioses, desencuentros, momentos de duda, de soledad, de miedo.

Uno tiene que saber que siempre habrá alguien que critique, que diga que no, que trate de cerrarte la puerta que quieres abrir, por envidia. Uno debería saber que lo que dicen los demás tal vez te importa, pero que al final no cuenta.

Uno debería saber que ninguna decisión es definitiva.

Uno debería saber que las cosas que valen la pena no son fáciles y que por eso precisamente valen la pena.

Uno tiene que saber que puede lograr cualquier cosa sensata que se proponga.

Uno tiene que saber que los que tienen suerte son los que están convencidos de que la tienen.

Uno debería escuchar su cuerpo. Uno debería saber escuchar su corazón. Uno debería saber que a veces es necesario que manden los sentimientos, pero que sea la razón la que tenga la última palabra.

Uno debería saber que la vida es de uno y de nadie más, que las decisiones son de uno y de nadie más, y que la vida la debo vivir como la vive quien tiene sus días contados. Cuando se nace uno llora y los demás ríen pero deberíamos vivir de tal manera que cuando muramos, uno ría y los demás lloren.