Retorno
Retorno Caminando por las calles de un pueblo de esos de cuyo nombre no quiero mencionar, pero que siempre tengo presente, casi sin proponérmelo esta vez, ya que salí a andar con la excusa de “agarrar frío” como estrategia para despejarme un poco de las labores del día a día y como estrategia para combatir la oleada de altas temperaturas en este terruño que sigue diciendo en su publicidad de ser una ciudad de eterna primavera, pero que cada vez le dura más la temporada de calor y las temperaturas por encima de los 35 grados centígrados; una Ciudad Pacífico que cada vez se vuelve menos gracias a que las fuertes oleadas de sol penetrante alteran el humor de las personas, convirtiéndolas en seres más hostiles, menos empáticas y dispuestas a irse a los golpes por el menor detalle. Dio la casualidad de que el destino, hizo coincidir una semana de asueto y que el azar coincidieran en llevarme de nuevo a aquellos parajes, para disfrutar de nuevo un espectáculo, que independiente de que uno