15 consejos para sacar adelante tu primer filme de bajo presupuesto
Joshua Overbay es un joven director estadounidense que actualmente se encuentra en la postproducción de su segundo largometraje, Hope Bridge. Su ópera prima, As It Is In Heaven (2014), fue filmada en video digital y narra la historia de cómo un hombre, después de la muerte del Profeta, recibe el llamado para liderar una pequeña secta religiosa, ya que esperan ansiosamente el fin del mundo que se les prometió. El filme se ha estrenado este mes en varias ciudades de EE.UU. que incluye Nueva York, Chicago, Seattle, Lexington, Los Ángeles y Nueva Orleans. A continuación, Overbay habla sobre cómo, siendo un joven realizador egresado de la escuela de cine, se las arregló para hacer una película de bajo presupuesto.
Joshua Overbay
La siguiente traducción del texto escrito por Overbay y publicado en Indiewire, recupera las ideas fundamentales de su propuesta y sus 15 consejos para jóvenes cineastas que buscan sacar adelante su primer filme de bajo presupuesto.
Como todos los demás jóvenes, ambiciosos estudiantes de cine, me gradué de la escuela de cine con dos objetivos en mente: hacer una película y lograrlo lo más pronto posible. Tenía un sólido guión –elaborado durante dos años–, un plan de negocios, un equipo comprometido, un “razonable” bajo presupuesto ($ 900,000), algunas conexiones de la industria y un grado de impulso para participar en el circuito de festivales. De acuerdo con los libros de texto, todo estaba listo para el éxito. Incluso nuestro guión se basaba en la sabiduría práctica de suspender nuestro deseo de hacer películas personales y mejor centrarnos en algo para comenzar nuestras carreras: una exitosa película de género. Y, sin embargo, después de dos años de numerosas reuniones, salidas en falso, viajes a Nashville y Los Ángeles, llamadas telefónicas, miles de correos electrónicos, múltiples reescrituras, y varios “anexos” de los miembros del reparto y equipo, no nos habíamos planteado con qué dinero haríamos todo aquello.
De repente, mi joven idealismo fue impugnado: ¿Acaso los muchos sacrificios que mi esposa hizo para que yo estuviera en la escuela de cine no tenían valor? ¿Acaso había provocado una serie de deudas sólo por mi ridículo sueño? “Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”. Tal vez no soy de los “elegidos”.
Todo llegó en un viaje a casa para el Día de Acción de Gracias. Mientras manejaba, me dirigí a mi esposa y le dije: “Se acabó. No va a suceder.” Y tan pronto como lo dije en voz alta, yo sabía que era verdad.
Yo no creo en el destino. Tampoco creo en abandonar las cosas, por lo que era difícil para mí aceptar la derrota. Después de aproximadamente una hora de tristeza, se me ocurrió un nuevo plan: Me gustaría hacer una película de bajo presupuesto. Me gustaría hacer algo que realmente me importe. En ese momento, yo daba clases de cine en una universidad con una buena biblioteca bien equipada, así que sabía que podría conseguir la mayor parte del equipo de forma gratuita. Claro, tendría que empezar de nuevo con un nuevo equipo y un nuevo guión, pero ya había oprimido el botón de reinicio comprometiéndome a hacer algo personal y honesto. Esto ocurrió en noviembre de 2011.
Y ahora, casi tres años después, el filme está listo. As It Is in Heaven se exhibe en varios lugares de EE.UU. este verano. De hecho, llegó una crítica entusiasta de The Hollywood Reporter. Pero, ¿cómo se consiguió todo esto?
A continuación les muestro una lista de 15 cosas que hicimos para conseguir la realización del filme. Ciertamente, debe de haber otras maneras, pero siento que estos principios son absolutamente esenciales para hacer una exitosa película de bajo presupuesto.
1. Dejar de estar sentado y ponerse a trabajar
La frustración y la impaciencia son rasgos esenciales si se quiere hacer una película sin dinero. Combina esta frustración con una realización importante: A menos que tu apellido sea "Coppola", tu cortometraje recibirá mucha atención en Sundance, o si tienes muchos tíos ricos no harás un filme por más de $ 100.000. Vas a tener que trabajar para ello. E incluso después del trabajo, es poco realista que puedas llegar a hacer algo con un presupesuto significativo.
2. Dejar de preocuparse por escribir algo comerciable
Escribe algo que te preocupe reamente. Nuestro primer guión era de terror porque la parte comercial y de mercado era esencial para nuestro plan de negocios. Mirando hacia atrás, incluso si tuviéramos a un Clooney en el proyecto, hubiera sido difícil sacarlo adelante. Nadie nos conocía y no teníamos presencia de la industria. Por esa razón decidimos replantear el proyecto. Realiza una película personal con un “nano” presupuesto. Debe ser una película por la que estás dispuesto a morir. Para mí, comprometerse a hacer algo increíblemente personal fue lo que me dio la energía para soportar las dificultades por venir.
3. Trabajar con amigos cercanos, especialmente los más brutalmente honestos
No estoy exagerando cuando digo que hacer tu primer largometraje será la cosa más estresante que hayas intentado. Y cuanto menos dinero tienes, más difícil será. Trabaja con personas que te desafíen y cuestionen, trabaja con aquellos que no temen ser sinceros y que harán todo para que mejores y te superes día a día. Trabaja con gente que respetas lo que hacen y no simplemente con aquellos que te parecen agradables. Además, debes trabajar con gente en la que confíes profundamente. Lo que los une es una confianza compartida en hacer lo que sea necesario para hacer la mejor película posible. Estas colaboraciones son raras, pero una vez que se encuentran, debes aferrarte a ellas.
4. Crowdfund (financiamiento colectivo); por primera y última vez en tu vida
Conseguimos gran parte de nuestro presupuesto mediante Kickstarter. Para hacer esto, nosotros (los productores y yo) utilizamos nuestras cuentas de Twitter y Facebook en un flujo constante de actualizaciones, recordatorios y súplicas personales para que nos ayudaran. ¿Perdí “amigos” de Facebook en el proceso? Sí. ¿Perdí seguidores en Twitter? Sí. ¿Me importa? No, porque logré financiar mi largometraje. Estos medios de comunicación social ofrecen una oportunidad única y simple para que puedas conectarte con toda la gente de tu pasado y presente. Si tienes una reputación de ser una persona amable y considerada te sorprenderás al ver la forma en que muchos de tus amigos y contactos acuden para ayudarte. Además, el equipo entero se involucró. Así, que, en lugar de tres o cuatro tipos, teníamos quince o veinte solicitando el apoyo. Pero recuerda, el crowdfunding es mejor si se pide para un proyecto y éste logra realizarse. Una vez que te han hecho el favor de ayudarte, es mucho más difícil conseguir que lo hagan de nuevo.
5. Más que la postproducción: Presupuesto para festivales de cine, viajes y exhibiciones
A pesar de haber reunido el dinero necesario para la producción del filme, no habíamos contemplado muchos de los gastos de la postproducción. Hay que tomar en cuenta que se necesitan editores (de imagen y sonido), y si no eres especialista no lo hagas tu mismo, déjaselo a los profesionales.
Asegúrate de hacer un presupuesto para un mínimo de treinta festivales. Mientras asistía a los laboratorios de Maine Media, conocí a Maureen Ryan, el productor de Man on a Wire y profesor de la Universidad de Columbia. Una cosa que de inmediato me aconsejó fue pensar en el circuito de festivales: internacionales (de orden superior), nacionales (medio) y regionales (inferior). Debes contemplar los tres tipos de festivales; si arriesgas todo tu dinero en los de nivel superior, te arriesgas a no ser seleccionado en ninguno. Mientras que los festivales de nivel intermedio e inferior pueden ayudarle a tu película a obtener buenas opiniones. Ahí es mucho más fácil tener contacto con los organizadores y programadores; relaciones que son útiles para impulsar tu trabajo, además de vincularte con la prensa y con otros cineastas que siempre pueden dar buenos consejos.
Presupuesto para el viaje y el alojamiento: La mayoría de los festivales se encargan de esto, pero nunca debes asumirlo del todo. De lo contrario, podrías perderte la proyección de tu propio filme, y eso no es del todo bueno, también es importante vivir esta experiencia. No puedes esperar que se hable y critique tu filme, y mucho menos obtener retroalimentación, si te quedas sentado en casa.
6. Da clases en una escuela de cine
En vez de mudarme a Los Ángeles después de graduarme, decidí hacer algo diferente: dar clases. Cuatro años más tarde, me doy cuenta que fue la mejor decisión que pude haber tomado. En lugar de mudarme con mi familia a una ciudad de alto precio en el que sería muy difícil mantenernos de cheque en cheque, elegí la estabilidad financiera y la seguridad. Sí, muchos de mis amigos se mudaron a Los Ángeles. Y no, ninguno de ellos ha hecho una película desde que se graduó. ¿Acaso se debe a que carecen de talento, ingenio o pensamiento estratégico? Por supuesto que no. Lamentablemente sus cabezas, en lugar de generar ideas e historias creativas, están ocupadas con las preocupaciones cómo sobrevivir financieramente día a día en una ciudad como Los Ángeles.
Dar clases me libera mentalmente para centrarme en mejorar mi oficio. Por otra parte, el acto mismo de la enseñanza agudiza mis habilidades cinematográficas. La demanda del profesor de traducir las ideas de un autor en información digerible para los estudiantes de 18 a 21 años es alta. Además, tienes que permanecer fresco, relevante y actualizado, rasgos que requiere un director de cine. Como esposo y padre, también significa que no tengo que elegir entre mi familia y mi carrera. Además, tengo mis vacaciones de verano, que es cuando he filmado mis proyectos.
Los estudiantes también necesitan prácticas y, si eres un profesor decente, los invitarás a colaborar en tus proyectos. Para ser honesto, me gusta mucho trabajar con los estudiantes internos. Sí, son jóvenes e inexpertos, pero también son humildes, trabajan duro y aprenden rápido; ellos también quieren demostrar su valía.
7. Cómo le puedes "pagar" a tus colaboradores
Al realizar tu primer largometraje, hay mucho en juego –y lo mismo ocurre con todos los demás–. Tus productores, actores y el equipo invierten tiempo de sus vidas y trabajo, y a veces lo hacen de manera gratuita. Pero, ¿por qué harían algo así si no esperan obtener algo a cambio? ¿Qué es lo que buscan en esta experiencia? Si no te haces estas preguntas, haz descuidado tu responsabilidad como director, ya que ellos son pieza fundamental en todo el proyecto. Y si están comprometidos con ello, debes honrar su tiempo y esfuerzo que te han dado. Tu trabajo no sólo consiste en tratarlos bien, sino preocuparte por ellos e inyectarles ánimo para que estén convencidos de hacer la mejor película posible. Si operas desde esta perspectiva, ellos estarán dispuestos a “comprarte” la idea y se unirán al proceso. Todos queremos ser parte de algo más grande que nosotros mismos. Queremos trascender y ser parte de algo colectivo, algo más grande. Y mediante la realización de una película puedes proporcionarle eso a tus colaboradores.
8. Abraza tus limitaciones
En el documental, Under The Great Northern Lights, Jack White de The White Stripes comparte su filosofía de la creatividad. Su tesis es que la creatividad sólo puede existir cuando las limitaciones abundan. Si bien en el escenario implementa esta metodología utilizando guitarras y la colocación de los instrumentos en los lados opuestos del escenario. Todo eso lo hace para “obligarse” a trabajar duro para obtener un resultado satisfactorio. Para el cineasta que trabaja con bajo presupuesto, él no tiene que fabricar limitaciones. Éstas abundan. Pero lo que White nos recuerda es que estas limitaciones deben ser vistas como oportunidades para poner a prueba tu creatividad y dar respuestas al problema. Estas limitaciones no serán sólo financieras, sino también creativos (como la necesidad de filmar casi exclusivamente en un solo lugar para no gastar en traslados).
9. Entre 17 y 18 días tienen sentido para la producción
A pesar de que no tienes mucho dinero, eso no significa que debas forzarte a realizar el rodaje en 8, 10 o 12 días. Si el proyecto es tu pasión, no quieres equivocarte, y quieres asegurarte de tener el tiempo suficiente para hacerlo bien. Para mí, 17 días era una cantidad perfecta dada las pocas cantidades de locaciones y movimientos que teníamos que hacer. Para un guión que se desarrolla en un solo lugar, de 17 a 18 días es un periodo cómodo para sacar adelante el proyecto. Si tu guión es de poco menos de 100 páginas (que seguramente lo es) podrás rodar entre 4 y 6 páginas por día. Este ritmo te permitirá no agobiarte ni cansarte y sobretodo no explotar a los demás. Recuerda, aunque es una película de bajo presupuesto, hay que hacerla con calidad, y para ello debes tomarte el tiempo y ser cuidadoso en la colocación de la cámara, la iluminación y los detalles de las actuaciones. Otro consejo, recuerda tener listo el plan de rodaje para saber qué día se filmarán cada una de las escenas.
10. Llega temprano a las filmaciones y despiértate más temprano
Después de tres días de rodaje me di cuenta que se requería un método diferente al que había empleado para hacer mi cortometraje. En términos prácticos, requería dos horas adicionales de preparación al día. Para el corto: al hacer un resumen, tienes un panorama muy claro de tu lista de tomas y de cómo debe funcionar cada escena. Pero en un largometraje, nunca debes confiar en tu memoria. Para empezar el día, me levantaba una hora antes de lo normal y estudiaba cuidadosamente cada escena que se filmaría ese día; analizaba el guión y la lista de tomas. Yo era el primero en llegar al set de filmación, y el cinefotógrafo también llegaba una hora antes del llamado para revisar lo que haríamos.
11. Escribir buenos contratos o pagar a alguien para que lo haga
A pesar de que trabajas con personas de tu confianza, es esencial elaborar contratos para asegurarte de que cada uno conozca sus responsabilidades antes de iniciar el rodaje. El cine de bajo presupuesto genera mucho estrés desafiando las amistades más sólidas. ¿Qué pasaría si tu mejor amigo –que juró llegaría hasta el final– decide abandonarlo en el camino? ¿Están obligados por contrato ha terminar la película? ¿Hay consecuencias si no lo hacen? Puede sonar cínico, pero hay que temer lo peor. Tú mismo tienes que obligarte legalmente a cumplir, y también los demás. Si no encuentras personas dispuestas a firmar, entonces no tienes todas las condiciones necesarias para hacerla.
12. Asegúrate de tener un supervisor de postproducción
Si tú eres el escritor / director / productor de la película, es esencial tener a alguien que actúe como supervisor de postproducción. No puedes ser la única persona en velar por la realización de tu proyecto, necesitas a alguien que se encargue de poner fechas límite, no sólo a ti, sino al resto del equipo.
13. Abraza el hecho de que no estarás en Sundance
Repite eso tres veces por la mañana y tres veces antes de dormir. Recuerda que tu filme es de un presupuesto muy bajo, y, por lo general, Sundance no acepta esas películas de “nano” presupuestos. Aceptan películas independientes, sí, pero que cuentan con una que otra personalidad, o con grandes presupuestos y conexiones de la industria. Si quieres tener éxito con tu película, debes pensar más allá de Park City. En primer lugar, sigue el sistema de niveles de festivales que describí en el punto 5. En segundo lugar, envía “screeners” en línea a la gente de prensa de las ciudades donde se llevan a cabo los festivales. Si conoces a gente de la industria, contáctalos y pídeles que vean tu filme. Mientras más gente del medio vea tu película, mejor. En otras palabras, no necesitas estar en Sundance para llegar a las salas de cine. Sólo tienes que hacer una buena película y tener una estrategia adecuada.
14. Consigue el mayor número de opiniones y críticas
Para el cineasta que hace filmes con estos micropresupuestos, los críticos son sus mejores amigos. Ellos tienen el poder de crear atmósferas positivas que llamen la atención de los distribuidores. Lo mejor es que, mientras asistes a los festivales, los conozcas y platiques con ellos; no tienes que convencerlos de nada, sólo que te ubiquen. Tu película, si es lo suficientemente buena, hará el resto.
15. Repetir
La belleza de la cinematografía de micropresupuestos es que puede valerse fácilmente del éxito de un primer proyecto. Es mucho más fácil recaudar fondos para el segundo filme una vez que has logrado hacer el primero. Ahora, tienes más que la visión y la pasión, tienes ya un producto. Como se suele decir, el mejor momento para financiar tu próxima película es mientras que estás filmando la actual.
Joshua Overbay durante el rodaje de Hope Bridge (2014).
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