carta de un televidente
No entiendo mucho de deportes, básicamente no entiendo nada. Nunca jugué ni fútbol ni rugby, carezco de las condiciones...Por lo tanto, todo lo que voy a escribir es pura 'sensación' que me provoca madrugar para ver a los pumas.
El partido me dejó pensando acerca de qué distinto sería todo si en vez de crecer mirando fútbol hubiésemos crecido mirando rugby y si nuestra cultura girara alrededor de un deporte que parece tener códigos bien diferentes.
Da la sensación de ser un deporte en donde:
- Al juez se lo respeta, porque se asume que no es corrupto y no me quiere robar
- Se gana jugando bien y presentando una propuesta superadora, no buscando la trampa ni la viveza
- El rival es alguien que propone otro esquema de juego y quiere ganar en buena ley igual que yo. No es un enemigo y por lo tanto no hay que lastimarlo ni ganarle de forma desleal
- Si me golpean, intento levantarme y seguir jugando. No lloro en el piso intentando obtener un beneficio de eso cuando en realidad puedo levantarme
- Los tiempos se respetan, no hay 'hacer tiempo', reclamar la hora ni pedir que me regalen 5 minutos más
- La tecnología está a favor de los fallos justos. La cámara no está para hacer un circo en programas nocturnos después del partido sino para que el juez pueda revisar su fallo y cobrar lo que corresponde. Y cuando lo cobra, no hay lugar al pataleo.
- El jugador no se hace el loco porque entiende que nada peor para su equipo que quedarse con uno menos
- Si el técnico me saca, entiendo que es para bien del equipo. Saludo sin insultar, sin patear carteles, sin enojarme, porque no se trata de si yo puedo brillar sino de qué es lo mejor para el equipo.
- Si gano o si pierdo, aplaudo, saludo al rival con decoro y acepto el veredicto. Si mi equipo pierde por goleada, no me voy 10 minutos antes, no tiro gas ni quemo el estadio, sino que aplaudo al que ganó en buena ley y me cuido de no arruinar el espectáculo.
- Lo más importante pasa en la cancha y no en los programas de chismes. No hay botineras sino jugadores que se emocionan dedicandole el triunfo a la madre o a la señora que están mirandolos. El espectáculo es el deporte en si y no toda la estupidez que gira alrededor
- Y quizá lo más importante, entiendo que sólo puedo ganar en equipo. No hay un show de un solo hombre, no hay gente totalmente imprescindible y no hay más figura que un grupo de 15 jugando sanamente en equipo.
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