Webserie: ¿Cómo hacer publicidad que no parezca publicidad?
Todo se puede vender con una buena historia.
Alguna vez le escuché a Gonzalo Vecino que la publicidad ya no parecía publicidad. Hoy en día se parece más a una canción de reggaetón, un movimiento artístico, un cortometraje, un videoclip o un videojuego.
Nuestro oficio no ha cambiado, es solo que las ideas ya no tienen formato, que el producto se ha convertido en un suvenir de la experiencia de marca y que la publicidad, además de vender, debe entretener.
Los nuevos medios, en su mayoría digitales, también han contribuido a que las posibilidades se amplíen. Ahora es posible no solo crear lazos e interactuar con las personas directamente, también podemos generar contenido propio, contar historias.
Todo esto, hace las cosas más interesantes para nosotros porque hay más libertad creativa, hasta donde deja el cliente.
Con esta “libertad” me encontré yo cuando me pidieron realizar una Webserie. Ante la responsabilidad de crear algo divertido para la audiencia cumpliendo todos los requerimientos del cliente (enfocados más al producto que al propósito), decidí tomar el atrevimiento de escribir unas máximas para desaprender lo que se nos ha enseñado y aprender a hacer mejor Branded Content.
Seamos discretos con el producto. No seamos intrusivos. La audiencia es lista, saben cuando intentamos venderle algo. El Branding Content no es un aviso que promociona el producto, promociona lo que al espectador le interesa.
No debemos hablar de la marca pero debemos hablar de sus valores, de su personalidad y carácter. Aprovechemos la trama y los personales para ello.
Es producción no patrocinio. No forcemos las historias para mostrar el producto. Se trata de crear contenido interesante para la audiencia dentro del territorio de la marca. El producto no es el protagonista pero obtiene vida a través de las historias que se generan a su alrededor.
Hacer una webiserie porque está de moda no es una buena razón para hacerla. Como en todo, hay que tener claro cuál es la necesidad de crear una, ¿cuál es el objetivo? ¿Es relevante hacerlo? ¿Qué aporta a la marca? ¿Cuál es el formato indicado? Y sobre todo ¿nuestro público nos va a ver?
Tengamos claro quién es nuestra audiencia y conozcámosla. Saber sus gustos, necesidades y realidades nos permite conectar con ella. Aquí no competimos por rating pero sí por afinidad.
Pero sobre todo y ante todo debemos entretener. Tenemos que ser lo suficientemente divertidos e interesantes como para motivar a la gente a buscarnos, vernos y compartirnos. Lograr que la gente se enganche con los personajes y con la historia porque los identifica, los divierte o les enseña es un Branding Content útil que merece un “Like”.
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