Instrucciones para seducir a una mujer (Carlos García)
Definición
En primer lugar hay que definir en qué consiste eso de seducir. No se trata simplemente de lograr que una mujer te entregue su cuerpo, si ese es el objetivo bastará con unos billetes en una esquina sórdida, o en una discoteca de moda, da lo mismo. Eso no es seducción, la seducción es un arte, eso es simplemente hambre. Seducir no se trata de lograr que una mujer te entregue su cuerpo, se trata de que una mujer te quiera desnudar su alma.
Advertencia
Debes saber que todo en esta vida tiene un precio. Siempre obtienes aquello por lo que pagas. El precio del alma de una mujer es tu propia alma. Hay quienes se asustan con tal precio y prefieren pagar con adulaciones, con joyas, invitaciones, regalos, lo que obtienen a cambio es un mero juguete, un objeto costoso que hace juego con el carro y la ropa cara. En ese caso te recomendamos comprar un maniquí de plástico, los hay que son muy reales y cumplen las mismas funciones. Hay unos finísimos que cuestan millones y puedes hacerlos combinar con los muebles de tu apartamento. Un detalle ostentoso que apreciarán los amigos con los que sueles presumir de tus posesiones. Una vez hechas estas aclaraciones, si has decidido seguir adelante, podemos entonces entrar en materia.
La exploración
Lo primero que debes saber antes de seducir a una mujer es que debes conocerla. A una mujer hay que explorarla como a una selva virgen, enfrentar sus tormentas como quien navega un océano ignoto, descender a sus abismos más oscuros, escalar sus sonrisas más altas. El alma de una mujer es un terreno vasto y peligroso, puedes perderte en él o sucumbir en el intento, para salir avante necesitas un mapa. En los libros que una mujer ha leído puedes encontrar un mapa de su alma, en la música que escucha, la poesía que recita, las historias que cuenta, en las danzas que baila, especialmente en sus miradas. Hay mapas hechos de colores y formas, de sabores y olores, de silencios, de palabras. Lee sus libros, escucha su música, aprende sus poemas, entiende sus historias, baila con ella hasta la madrugada; interpreta sus miradas, sumérgete en las pinturas que frecuenta, deléitate en sus comidas, navega sus silencios, aprende a coleccionar sus palabras.
El señuelo
El señuelo, por supuesto, eres tú. Sin embargo no tengas duda de que serás devorado, si tienes miedo mejor abandona. Hay que tener mucho cuidado con esto del señuelo, si pretendes que una mujer se enamore de ti por lo asombroso que eres, probablemente te espera una larga jornada de onanismo. Para empezar una mujer no se enamora de ti, se enamora contigo. Si alardeas todo el tiempo de lo asombroso que eres es posible que una mujer te quiera a pesar de tus alardes, no gracias a ellos. Un ego hinchado no seduce, porque todo lo que está hinchado está podrido, y a nadie le gusta un alma putrefacta. Una mujer inteligente no va a creer que eres una maravilla porque tú le digas que lo eres. Si quieres que una mujer piense que eres inteligente debes decir y hacer cosas inteligentes, si quieres que crea que eres romántico debes hacer cosas románticas, si quieres que crea que eres interesante debes decir y hacer cosa interesantes, si quieres que crea que eres asombroso debes decir y hacer cosas asombrosas. Si quieres que crea que eres un macho, trata de no quedar como un idiota. Por otra parte si eres un acomplejado que todo el tiempo dice que se odia, mejor tírate de un edificio; si estás buscando a alguien que te llene los vacíos afectivos, compra un perro (o mejor adopta); si estás buscando una madre que te cuide, mejor busca un terapeuta.
La espera
Una vez presentado el señuelo, no queda más sino esperar. No jodas. No trates de imponer tu presencia. Espera. La espera no consiste en una actitud pasiva en la que haces planes sobre tu hipotética victoria. Obsérvala, apréndetela. Descubre cuales son las palabras que más usa cuando habla contigo, debes estar atento a cualquier señal, una sonría más viva, una mirada que se demora una fracción de segundo más en tus ojos. Ya sabes lo que dicen: a buen amante pocas miradas. En realidad, la única forma de que tu espera sea efectiva, es que pierdas toda esperanza. Es posible que al final de todo fracases, ya lo dijo Van Gogh: Se puede tener, en lo más profundo del alma, un corazón cálido, y sin embargo, puede ser que nadie acuda a él. Pero en ningún momento eso significa que perdiste el tiempo. Escuchar una bella melodía a lo lejos que nunca volverás a escuchar no la hace por eso menos hermosa. El fin de la belleza no es ser tuya, para alimentar tu alma basta con contemplarla.
La trampa
La trampa es para ti. Hace rato lo sospechas. Enamorar a una mujer consiste en enamorarse de ella. Si has encontrado a una mujer hermosa, de esas que tienen la mente llena de mundos, de esas que tienen ojeras de estar despiertas hasta la madrugada leyendo un libro que les apasiona, de esas que se dejan mojar por la lluvia y parece que siempre están bailando al compás de una música que sólo ellas escuchan, es inevitable que termines amándola después de tanto observarla. Eres ahora un hombre afortunado, lo maravilloso de este mundo no está en ser amado. El verdadero milagro es que sabes a quién amas.
Carlos Arturo García Bonilla
No había descubierto ésto, y pensaría que es un ardid. Las instrucciones están dadas y son tan reales que da miedo sentir que es un juego. Me gusta y me asusta!!
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