10 cosas que desquician cuando acabas de parir (aunque seas duquesa)
Cuando acabas de parir por primera vez y te vas a casa con tu bultito de alegría —que puede o no ser el tercero en la línea de sucesión al trono británico—, y te preparas para tus primeros días como madre ante un público mundial o privado, necesitas una pequeña hoja de ruta.
No somos madres del bebé real, pero podemos ofrecerte consejos de madres reales para lidiar con las 10 cosas que podrían enloquecerte ligeramente durante estos primeros "mágicos" y agotadores días.
1. Prepárate para los apodos ridículos
Sin importar qué nombre decidan ponerle a su hijo, tu familia y amigos tendrán sus propias ideas acerca de cómo debería llamarse.
Beth Engelman, madre soltera y cofundadora del blog Mommy On a Shoestring, dijo que cuando nació su hijo Jackson Robert, sus familiares empezaron a llamarlo con una amplia variedad de apodos: “Jacko, Jack-Ro, J Bob y AJ. Este último es contracción de ‘Action Jackson’, y ¡ese ridículo sobrenombre se lo puso su papá!”.
El consejo: “Solo sonríe y repite el nombre real del bebé. Tal vez tengas que hacerlo cien veces, pero a final de cuentas entenderán el mensaje”.
2. Sigues luciendo como si estuvieras embarazada
Si crees que tu cuerpo volverá a la normalidad justo después del parto, ¡te enterarás de lo equivocada que estás!
Kim Como, madre de dos hijos y escritora del blog 2 Moms on a Train, recuerda sentirse “tan agradecida” de haber llevado al hospital sus pantalones de maternidad favoritos y su enorme suéter. Para su buena suerte, su esposo tomó solo unas cuantas fotos y lo obligó a que solo fueran de la cintura para arriba: “Al menos pude controlarlo un poco”.
3. Buscar ¡¿qué?! debajo de las uñas
Es popó de tu bebé, dice Lisa Nee, madre de tres niños. “Recuerdo que fui a la tienda y me di cuenta de que tenía popó debajo de las uñas de la mano izquierda, por un espantoso cambio de pañales a medianoche”.
¡Catalina, no te asustes! ¡Sigue leyendo!
4. Acostúmbrate a oler a… vómito de bebé
“Atrás quedaron los días de los perfumes finos, al menos hasta que sepas si el bebé es sensible a ellos”, dice la madre de dos hijos y bloguera, Stephanie Dulli.
También advierte acerca de la sensación de ardor que se siente al escuchar a un bebé llorar en la televisión: “Eso es tu leche. A los senos no les importa si es tu bebé o no”. Si escuchan a un bebé, se llenan.
5. La lactancia lleva tiempo y paciencia
Cybele Weisser, madre de dos hijos, dice: “Al tercer día, creo que realmente pronuncié las palabras: ‘preferiría entrar en trabajo de parto otra vez’”.
Amanda Rodríguez recomienda “hacerlo sola”: “Lejos del esposo, de las cámaras y de la suegra, aunque parezca adorable. Es el único momento para estar en silencio y establecer un vínculo con el bebé sin que haya alguien esperando su turno para cargarlo”.
6. No creas que eres terrible si no puedes amamantar
“No todas producen una tonelada de leche y si tú no puedes, no te sientas mal ni te deprimas por eso, ni pienses que eres una madre terrible”, dijo una madre de dos hijos que prefirió el anonimato y que recordó cómo soportó un ciclo “interminable” de amamantar, bombear sus pechos y darles el biberón a sus hijos porque no podía producir suficiente alimento.
“Si alguien me hubiera dicho que las madres diferentes producen cantidades diferentes de leche, creo que me habría ido mejor después del primer bebé”.
7. Cuidado con los consejos no solicitados
Todas los recibimos: de nuestros padres, suegros, hasta de desconocidos bienintencionados. El reto es sonreír y seguir haciéndolo a tu modo.
“Una mujer me dijo que le pusiera un gorro a mi hija de dos años ‘antes de que se muriera de frío’, cuando la temperatura era de 15 grados centígrados. Otra me advirtió que mi hija se 'sacaría un ojo' si la dejaba usar un tenedor para comerse un hot-dog. Es un milagro que mis hijos sigan vivos”, dice Shandley McMurray, escritora y madre de dos hijos.
8. Cuidado con la falta de sueño
Amanda Rodríguez, madre de tres hijos y escritora en el blog Dude Mom, dijo que la mayor preocupación para Catalina será dormir: “La falta de sueño te volverá un zombi más rápido de lo que puedes decir ‘bebé real’ (...) Encuentra la forma de dormir. Dile al príncipe Guillermo que se lleve al bebé al otro lado del palacio si es necesario, pero duerme”.
9. Deja que papá haga su parte
¿Un príncipe y heredero al trono cambiando pañales? ¿Por qué no?, dice Samanta Ettus, madre de tres hijos y fundadora de Working Moms Lifestyle.
Los deberes paternos son la mejor forma de garantizar una sociedad equitativa al criar a un niño, dice Ettus, y aconseja: “Durante la primera semana, inventa una excusa para que papá esté a solas con el bebé. Busca una razón para tener que salir y que así él tenga que quedarse solo con el bebé”.
“'Sorpréndelo' cuando esté haciendo las cosas bien y no trates de darle órdenes. Mientras mantenga a salvo al bebé, está haciendo un gran trabajo. Usa toneladas de refuerzos positivos”.
10. El mundo ahora parecerá un lugar diferente
“Ya no puedo ver ninguna clase de violencia. No puedo subirme a la montaña rusa… Me sorprende el desprecio que siento por los bullies, y el deseo de que mi hijo sea bueno me llena los ojos de lágrimas”, dijo Sarah Walton, madre de dos hijos y fundadora del sitio Better Way Moms. “Ahora verás el mundo a través de los ojos de una madre y nadie puede prepararte para eso".
Finalmente, cuando sean las cuatro de la mañana y apenas puedas mantener los ojos abiertos; cuando sientas que estás a punto de llorar sin razón y te preguntes si en realidad estás hecha para ser la madre que deseaste ser, recuerda esto: relájate.
“Se volverá fácil”, dijo Maryellen Mooney, madre de dos hijos. “Aunque sientas que no puedes recuperar el aliento ahora, algún día tu bebé se pondrá su propia ropa o se preparará un bocadillo y pensarás: ‘Cómo pasa el tiempo’”.
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