Para transmitir sensaciones a través de la fotografía, uno de los elementos con los que contamos es con la posibilidad de centrar la atención del espectador. A nivel compositivo hay una serie de elementos que atraen nuestra atención de manera inconsciente pero inevitable, actuando como un poderoso imán para nuestros ojos. ¿Sabes cuales son?
Algunos de los elementos que permiten jugar con la atención del espectador son los siguientes.
1. Un elemento que parece diferente al resto
En una composición con un conjunto de elementos, cualquier objeto que sea diferente al resto llamará nuestra atención forzosamente. Una moto intercalada entre una serie de coches, un coche descapotable aparcado entre coches con techo, ...
2. Un área brillante
La vista siempre tiende a ir a las zonas más brillantes o luminosas de la foto. Un reflejo de la luz en el agua o un brillo en una superficie metálica atraerán poderosamente nuestra atención.
3. Un objeto de diferente color
Dentro de una repetición de elementos, el que tiene diferente color atrae nuestra atención. Un buen ejemplo puede ser una serie de flores en las que una de ellas es de un color distinto al del resto. Nuestra vista se dirigirá a esa flor antes que a ninguna otra. Otro buen ejemplo podría ser una cesta de manzanas rojas con una manzana amarilla.
4. Un objeto con diferente forma
Podemos tener elementos del mismo color, con lo que no se cumpliría el punto anterior. A igualdad de color, la vista se irá al elemento de diferente forma. Siguiendo con el ejemplo de las manzanas, un platano dentro de una cesta de manzanas amarillas atraería nuestra atención por tener una forma diferente aunque comparta el mismo color.
5. Un objeto de diferente tamaño
El tamaño si importa. Da igual que sea grande o pequeño. Un elemento de diferente tamaño al del resto, aunque sea más pequeño, atraerá la atención de la fotografía.
6. Un objeto que apunta a otra dirección
En cualquier imagen aparecen líneas rectas o curvas. Estas rectas son imaginarias, pero están ahí, e influyen a la atención y a la manera de recorrer la fotografía con la vista. Una hilera de barcas en las que una de las barcas está desplazada de su lugar, rompiendo la forma que definen el resto de barcas. Otro ejemplo muy claro puede ser un conjunto de lápices o pinturas en el que alguna de ellas apunta en otra dirección.
7. Un objeto con distinto nivel de enfoque
La vista tiende a dirigirse a la zona nítida de la fotografía. Jugar con la profundidad de campo nos permitirá centrar la atención en una zona concreta de la fotografía.
8. Algo que no encaja en la fotografía
Pudiera ser que estemos recogiendo información en nuestra imagen en la que simplemente algo no encaja. No se trata de la luz, ni del color, ni de la forma, ni de la dirección a la que apunta. Simplemente es algo que no tendría que estar allí. Cualquier elemento que no encaje en una escena convencional atraerá nuestra atención. Algo que se encuentre fuera de su entorno natural. Un animal salvaje en medio de una escena urbana, un kiosko en medio del desierto...
Conclusiones
Hemos tratado de buscar imágenes y ejemplos obvios para que los podais entender mejor, pero en la mayoría de las ocasiones estas técnicas son mucho más sutiles. Pero tened presente que siempre son efectivas, para bien y para mal.
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