Carta abierta a todas las mujeres

Tuve que hacer una pausa en mi trabajo para escribir esta carta que espero le llegue a todas las mujeres sin importar la edad.
En nombre de todos los hombres (aunque sé que muchos no estarán de acuerdo con lo que voy a hacer) quiero pedirles perdón por todo el sufrimiento que les hemos hecho vivir. Sé que todas las mujeres han dado con un patán, un insensible, un desleal o un infiel que las ha marcado sentimentalmente y por eso hoy quiero escribirles con el corazón en la mano pidiéndoles perdón.
Me costó tiempo entender que toda acción tiene su reacción más allá de la física. Duramos casi 30 años de nuestras vidas estudiando para ser mejores profesionales pero en el camino nos desentendimos del aprendizaje que no lleva a ser mejores seres humanos. Convertimos el amor en pasatiempo, el sexo en deporte y nos acostumbramos a vivir entre dolor y lamento. Sé que fue nuestra culpa, les hicimos daño durante muchas generaciones, abusamos de la bondad y el instinto maternal con el que nos llenan de amor cada vez que las hacemos felices y eso me destruye con tan solo pensarlo.
Yo todavía creo en el amor, creo en la felicidad al lado de una persona que me llene, me mueva y me impulse a sacar lo mejor de mí. Sé que soy uno más, igual a todos, lleno de defectos, mañas y caprichos. Con problemas pequeños que convierto en catástrofes y días cargados de comportamientos inentendibles que asustan, pero soy así, porque soy humano al igual que ustedes. Tengo miedo de sufrir, de fracasar, de estancarme, de tomar decisiones importantes y sobre todo de perder el tiempo al lado de alguien que ve el amor como un juego.
Vengo a pedirles que bajen las armas, que olviden ese concepto cancerígeno que tienen del amor. Borren de su accionar frases como: “el que se enamora pierde” o“hágase la difícil”. Hagamos del amor algo transparente, algo bonito nuevamente.Nos matamos todos los días trabajando y sufrimos por tan solo pensar en la posibilidad de quedar desempleados y dejamos de preocuparnos por perder a la persona que nos hace feliz, que nos gusta o que nos ama. Créanme, es más fácil conseguir trabajo que una persona que se derrita por uno.
Esto depende de los dos, tanto de ustedes como de nosotros los hombres y por eso estoy acá dando el primer paso, pidiendo perdón por aquellos que se creen tan fuertes y no saben lo que hacen como por nosotros los que no somos lo suficientemente fuertes y lloramos sin miedo a llorar. Les pido encarecidamente que nos perdonen, no nos juzguen por ser hombres y volvamos a ser humanos y les pido que no aprendan nuestra mala conducta. Sean mujeres, sean superiores.
No caigan en el mismo error que nosotros. No llamen si no les interesa la persona, no le escriban si ustedes ya están con otro, no ilusionen simplemente para alimentar el ego. Si se van a ir, váyanse, no se queden con un pie en la puerta recordándonos que las condiciones las ponen ustedes según su estado de ánimo. No saben lo que duele, sobre todo cuando dan con un hombre bueno, un hombre atento y caballeroso que todavía cree en el amor.
No nos destruyan y no se destruyan ustedes. Sean responsables, no hay por qué hacerle daño a nadie, nadie lo merece o por lo menos yo no lo merezco. He intentado ser una buena persona, un buen hombre y estoy cansado de sufrir con mujeres que no diferencian entre libertad y libertinaje.
Por eso hoy, en nombre de todos los hombres (sobre todo los buenos), les pido perdón por haberlas desviado del buen camino, por generar callo en sus corazones y por haberlas llevado a actuar como están actuando. Frías e indiferentes.
Espero tener la oportunidad de cambiarle el pensamiento por lo menos a una sola mujer, mostrarle que todavía existimos los que soñamos con alguien, los que nos tomamos en serio el tema del amor y vivimos de él.
Hasta que llegue esa mujer…

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