ON VACATION AMAZON, LAS PEORES VACACIONES DE NUESTRA VIDA

Leticia, del 27 de diciembre del 2015 al 1 de enero de 2016
Este año tuvimos la oportunidad de visitar a nuestras familias en Medellín en varias ocasiones, descansar en la represa de Chivor, recorrer diferentes zonas de Colombia en las carreras de trail o de aventura de David, pasar un fin de semana en Miami y otro en San Francisco y descubrir las maravillas de Bolivia, país al que llegamos sin muchas expectativas pero del que salimos completamente enamorados.  El fin de año generalmente lo reservamos para compartir con nuestras familias en Medellín, sin embargo en esta ocasión nuestro grupo sería pequeño y decidimos buscar alguna opción fuera de la ciudad para celebrar el año nuevo.
Luego de sopesar algunas opciones, consideramos que la mejor alternativa sería el Amazonas y nos habían recomendado el plan On Vacation en el Hotel Amazon.  Increíblemente aunque faltaba poco más de un mes, conseguimos los 6 cupos que necesitábamos y reservamos de inmediato.  El pago fue muy sencillo a través de su página web, pero a pesar de solicitarlo varias veces no recibimos detalles sobre la hora de los aviones o lo que estaba incluido en el paquete.
En el aeropuerto de Medellín todavía con la expectativa del viaje
En el aeropuerto de Medellín todavía con la expectativa del viaje
Advertencia: el propósito de este post es contar toda nuestra experiencia negativa con la empresa On Vacation y el Hotel Amazon para que otros viajeros no caigan en esta trampa, más adelante publicaremos un post sobre las actividades y lo que conocimos en este viaje.  En Leticia descubrimos que hay muy buenas opciones de hoteles pequeños, operados localmente y que ofrecen una verdadera experiencia en la selva con responsabilidad.
Apenas unos días antes del viaje y luego de comunicarnos con el call center en varias ocasiones, nos confirmaron que el avión saldría a la 1 am del 28 de enero, al tratarse de un vuelo charter no era posible hacer check-in y nos pidieron presentarnos en el aeropuerto a las 8 pm (¡5 horas antes!).  Una vez llegamos a Leticia (el vuelo dura 1:50 horas), empezó el gran choque de lo que serían los siguientes días: las 150 personas que íbamos en el avión seríamos una gran masa humana moviéndonos siempre hacia la misma dirección (más otras 150 que llegaron desde Bogotá media hora después).  El sólo hecho de recoger el equipaje o pagar la entrada a Leticia ($21,000 por persona, sólo efectivo) fue caótico. Una vez los 150 ya estábamos afuera del aeropuerto un coordinador logístico empezó a llamarnos por nombres para subirnos a diferentes buses, en nuestro caso éramos 6 personas: Gilma (mamá de Alex), Mónica (hermana de Alex), Lucas (hermano de David), Verónica (esposa de Lucas) y nosotros.  Aunque en el voucher decía que nos llevarían al hotel “Madre Selva” a nosotros nos llevaron al Amazonas Real y a nuestros familiares inicialmente a uno en el que no había cupo y después a otro infestado de cucarachas.
A las 6:30 am nos pasó a buscar el coordinador logístico y nos llevó al muelle para embarcar un bote rumbo al Hotel Amazon, situado a 17 km de Leticia.  Este trayecto nos tomó cerca de 1 hora y fue nuestro primer contacto con el majestuoso río.  En el Hotel nos indicaron que podríamos tomar el desayuno, que a las 10 sería el check-in (masivo en el segundo piso del restaurante) y que a las 11 sería el briefing para contarnos sobre lo que viviríamos los siguientes días, de tal manera que después de las 12 pudimos ir a las habitaciones pero las maletas llegaron aún más tarde.  Para ese primer día no había actividades programadas, así es que tomamos el tour de Kayak.
El plan día a día fue el siguiente:
  • 28 diciembre: sin tour, llegada al hotel y tarde libre.
  • 29 diciembre: tour Puerto Nariño, no incluido $130,000 por persona, incluye comida.
  • 30 diciembre: tour Comunidad Yagua, incluido
  • 31 diciembre: tour Tabatinga (Brasil), no incluido $30,000 por persona (sólo transporte).
  • 1 enero: tour Puerto Alegría, incluido.  Salida del hotel y vuelo de regreso.
Aunque todo suena bastante bien y al llegar al hotel la construcción de las habitaciones y las pasarelas llama la atención, pronto empezamos a descubrir las grandes debilidades que tiene este hotel, por las cuales NO RECOMENDAMOS A NADIE que lo visite.

Habitaciones

Actualmente el hotel cuenta con 16 bloques de habitaciones, con una capacidad total de 840 huéspedes (y planes de expansión a 25 bloques en total).  Los bloques más antiguos van del 1 al 10 y los más nuevos del 12 al 16.  Tuvimos una habitación en el bloque 7, otra en el 13 y otra en el 16.  La habitación del bloque 7 al ser una de las más antiguas presentaba ya deterioro, el aire acondicionado prácticamente no funcionaba y por estar entre el restaurante y la recepción era paso obligado de todo el mundo, por lo tanto el ruido era constante.  Adicionalmente en el área aledaña al restaurante siempre olía mal y en esta habitación había cucarachas todo el tiempo.  Las habitaciones de los bloques 12 y 16 estaban sin terminar y parcialmente amobladas.  Lucas y Vero tuvieron varios problemas en la asignación de su habitación: primero les dieron un cuarto que ya había sido entregado a otra persona y luego les dieron uno que tenía goteras en el techo y la cama estaba completamente inundada.  Las camas son cómodas y tienen mosquiteros, sin embargo hace mucho calor, aunque hay un ventilador es insuficiente y el aire acondicionado sólo funciona de 6:00 pm a 1:00 am, controlado centralmente así es que no se puede ajustar.
Plano en el que se observa la posible expansión a 25 bloques
Plano en el que se observa la posible expansión a 25 bloques

Alimentación

El hotel sirve 4 comidas al día.  Desayuno de 7:00 am a 9:00 am, almuerzo de 1:00 pm a 3:00 pm, snack de 5:00 pm a 6:00 pm y cena de 7:00 pm a 9:00 pm.  Sólo hay un restaurante tipo buffet en el que invariablemente la comida fue:
  • Desayuno: calentado (arroz con algo que sobró del día anterior), huevos revueltos, huevos duros, embutidos y panes.  Un día tuvimos como novedad pancakes.  Frutas: piña, sandía, melón, papaya.  También tenían dispensadores de cereales.
  • Almuerzo: frijoles (un día cambiaron por garbanzos), arroz, pasta, papas o plátanos, carne de res o cerdo (un día pollo) y bagre.  Ensalada (lechuga, tomate, cebolla) y postre (algún flan y galletas).
  • Cena: igual que el almuerzo pero sin el calentado y los frijoles.
  • Snack: generalmente fueron embutidos como salchichas, chorizos.  Un día hubo patacones con chicharrón.
  • Bebidas: al desayuno chocolate, leche caliente.  Todo el día: agua, dos jugos diferentes y café.
La fila para el buffet
La fila para el buffet
Aunque en principio no suena mal, después del segundo día es demasiado monótono y definitivamente comer 2 veces al día bagre no es para todos.  Adicionalmente muchas comidas tenían mezcla de embutidos, por ejemplo, el arroz o la pasta con salchicha, la ensalada con jamón.  Sin embargo el verdadero problema con la comida es que era insuficiente para tantas personas.  A diario para todas las comidas teníamos que hacer largas filas (la noche del 31 de diciembre tuvimos que hacer fila durante 1 hora), la comida se acababa y se demoraban en reponerla, la ensalada, la fruta y los postres duraban apenas unos minutos.  Y como si fuera poco era difícil conseguir mesa, así es que terminamos implementando un sistema en el que cada uno tenía un rol: apartar la mesa, traer un gran plato de ensalada para todos, traer el postre para todos, servir la comida.  Inclusive los cubiertos y hasta el agua se agotaban.  Hablando con uno de los empleados, nos contó que sólo trabajan 14 personas en la cocina, distribuidos en dos turnos, así es que 7 personas son las encargadas de preparar y servir todos los alimentos, durante nuestra visita el hotel estaba completamente lleno por lo que posiblemente seríamos 800 huéspedes.  En el segundo piso del restaurante hay instalaciones para servir el buffet pero el personal es insuficiente para atenderlo.
Al frente de la recepción hay una tienda que vende helados, productos básicos de aseo y snacks, sin embargo su precio es muy alto y no hay mucha variedad.

Actividades

Las zonas comunes del hotel son una pequeña piscina, el restaurante y un sendero que lleva a la quebrada Pacatua situada a 800 m de la recepción.  Punto.  No hay ni siquiera juegos de mesa.  Así es que o te encierras a ver televisión en la caliente habitación o te quedas todo el día en el restaurante o caminas 20 veces el sendero.  No hay nada más que hacer.  La mayoría de los tour son de medio día o de algunas horas (a excepción de Puerto Nariño que es hasta las 5 pm) pero no hay alternativas para elegir.  Cada día la programación es exacta, si ese día el plan es Tabatinga no se puede ir a otro tour.  No hay opciones de transporte para salir del hotel.  No hay otro operador turístico diferente a Selva Tour.  Esto implica que el precio es el que ellos fijan y no hay competencia.  También significa que en nuestro caso éramos 300 personas todos los días yendo juntos a los mismos lugares.  Embarcar los botes se tomaba cerca de 1 hora y en las comunidades indígenas prácticamente no cabíamos en las Malocas.
Esperando 1 hora que nos asignen lancha para ir a Puerto Nariño
Esperando 1 hora que nos asignen lancha para ir a Puerto Nariño

Manejo Ambiental

Pensar en Amazonas para nosotros era pensar en animales.  En las inmediaciones del hotel se podían observar algunos grupos de Monos Ardillas o de Monos de Cola Amarilla, pájaros e insectos.  Para nuestro disgusto el hotel no promueve prácticas ambientales que protejan a los animales (esto incluye al Gerente del Hotel diciendo “ayer maté un leopardo”) y vimos a muchas personas alimentando a los monos con sobras del restaurante, cuando les decíamos que por favor no lo hicieran (esto vuelve a los monos más vulnerables a enfermedades y a que sean cazados para tráfico) la mayoría no prestaba la más mínima atención.
Otro punto muy débil es que incluyan en el paquete la visita a Puerto Alegría, una comunidad en Perú.  Escuchamos a los empleados referirse a este lugar como “Puerto Tristeza” y es que ver animales silvestres que deberían estar en la selva puestos a disposición de los turistas para que los manipulen y se tomen fotos con ellos, bien dista de lo que debería ser una experiencia en el Amazonas, es un tour de maltrato hacia los animales que nadie debería patrocinar (animales encadenados, metidos en piscinas, etc.).  Escuchamos tan malos comentarios de este tour que nosotros no lo tomamos.
Finalmente el hotel cuenta con un “Bioparque” que en teoría tiene animales rescatados (por nuestra experiencia hay que desconfiar mucho de esta propaganda), escuchamos a un par de empleados hablar de una serpiente en la laguna que seguramente cazarían para llevarla a este sitio.  El ingreso al Bioparque está incluido en la excursión a Puerto Nariño o si se compra individualmente cuesta $35,000.

Personal

La mayoría de las personas que trabajan en este hotel son amables sin embargo el personal es insuficiente para la cantidad de huéspedes.  Donde más se nota esta ausencia es en el servicio médico, el hotel cuenta con un paramédico y un salvavidas, durante nuestra estancia vimos dos personas que requirieron sutura y muchas con problemas gastrointestinales (incluyendo 3 personas de nuestro grupo de 6).  En el hotel no había suero oral, ni en los botiquines ni en la tienda para comprar, así es que nos ayudaron preparando suero casero y algunos tés que fueron la salvación durante los malos días que pasamos.  En teoría hay un seguro médico, así es que si alguien necesita atención lo llevan a Leticia con un acompañante.

Bar

El bar atendía desde las 11 am hasta las 11 pm sin embargo la variedad era muy limitada: gaseosas, aguardiente, ron, cerveza y unos 4 cocteles.  Generalmente sólo atendía un barman por lo que se formaban también grandes filas.
Con el pasar de los días nos sentíamos más frustrados de haber invertido nuestro dinero y nuestro tiempo en este paquete.  Cuando llegó el día del regreso la experiencia fue aún peor: salimos del hotel a las 5 pm y llegamos a Leticia media hora después, sin embargo estaba cayendo una lluvia fuerte y tuvimos que esperar en el muelle casi hasta las 7 pm porque el coordinador logístico no llamaba al bus para recogernos (en un par de ocasiones sugirió que camináramos hasta el hotel de paso).  Una vez llegamos al Amazonas Real encontramos cerca de 100 personas que se repartían como podían entre las escasas sillas del lobby del hotel y las aceras cercanas.  Nosotros optamos por irnos a un restaurante (Amektiar a un par de cuadras) donde pudimos esperar hasta las 10 pm hora en la que nos recogería el bus para ir al aeropuerto.  Escuchamos a algunas familias comentar que no tenían dinero para comer esa noche ya que no sabían que esta cena no estaba incluida.
Los minutos pasaban y no llegaba el bus así es que tomamos un par de moto taxis por nuestra cuenta y logramos llegar antes que la masa, hicimos check-in rápidamente y pudimos reservar algunas sillas para sentarnos.  Conforme llegó el resto de las personas (300 en total porque de nuevo era un vuelo a Medellín y otro a Bogotá) el espacio del pequeño aeropuerto era insuficiente y la gente tuvo que sentarse en el piso.  Cerca de la 1 am nos hicieron pasar a la “sala de espera” donde tampoco había sillas para todos y a la 1:30 am abordamos el vuelo.
En resumen esperamos que muchas personas conozcan este caso para que On Vacation deje de estafar a los viajeros con un hotel que no tiene capacidad para recibir a tantas personas, alimentación deficiente y tours que destruyen la integridad de lo que debería representar el majestuoso Amazonas Colombiano.
PD: por favor ayúdanos a difundir esta información en tus redes sociales, su cuenta de Twitter es @ViveOnVacation por si quieres mencionarlos.  De nuestra parte estamos también adelantando la queja ante la empresa y ante el Grupo de Protección al Turista del Mincit.

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